De fresa, de menta
o de limón
para endulzar
el alma,
que parece
secarse
con esa mezcla
turbia
de sensaciones,
agobios y alegrías.
El reloj
fastidioso,
ya no
marca las horas,
prudente en su
mensaje
del tiempo volandero.
El retrato
robado se convierte
en testigo.
Con un poco de
suerte
serás robotizado.
Solo queda
esperar.
16-04-2016
Tuesday, June 14, 2016
Tuesday, June 07, 2016
Columpios.
Subir a lo más alto
y bajar
muy deprisa:
el vértigo,
que incita
a la aventura.
El padre cuidadoso
lanza al niño o
la niña,
que se acostumbra
al riesgo
y mira hacia las
nubes,
pensando en el
futuro:
astronauta
o Transformer,
Superman
o ese intrépido
y viejo
Capitán América,
envuelto en su
bandera.
Salvar al mundo
o salvarse uno
mismo.
Hay algo en el
vaivén
del sube y baja,
que le mueve
las tripas,
una alegría mitigada:
más allá, más
allá.
Desde la infancia
hasta el fin
en la ruleta, en
la que
a veces sale
el negro.
Un sube y baja
que no cesa
y que tiene su
encanto y su peligro,
y ese retortijón
en las entrañas.
L.O. 02-Mayo-16
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