GRACIA
Alemania, la ciega,
convertida de pronto
en Jauja generosa,
que da la bienvenida.
En su mansión
la poderosa dama
ha soñado tal vez
con aquel muro terco
de la infancia
y sus ojos, tan secos,
se han llenado de
lágrimas.
Al despertarse grita.
"Todos dentro"
y la Europa sumisa
ha abierto las ventanas.